Las universidades nacieron como una corporación de profesores y estudiantes puesta bajo la protección del papa, del emperador o del municipio con el fin de librarse de la autoridad del prelado o del poder feudal. Recibían así varias prerrogativas, entre ellas, autogobierno, diversos fueros y la potestad de conferir títulos. Las primeras universidades se fundaron a comienzos del siglo XII: la de Boloña en 1088, la de París en 1110, siguieron la de Oxford en 1167 y la de Montpellier en 1181. En ellas la medicina estaba en manos del clero.
En lo concerniente al quehacer de la Historia de la Medicina, resulta trascendental mencionar que hubo un Papa médico. Él era procedente de Portugal y se llamaba Pedro Rebuli Giuliani; aunque en realidad son muchos los nombres con los que fue conocido este personaje, entre ellos: Joannes Petrus Juliani Ulyssiponnensis, Petrus Hispanus dicut Petrus Julian, Petrus Julianus patria Lusitanus, Petrus physicus, Magister Petrus physicus, Dom Pedro Juliano, Mestre Pedro Físico, Pierre d′Espagne, Pierre de Portugal, Petrus Hispanus Portucalense, Piscator Tuscus “El Pescador Toscano”, etc.
Pedro Rebuli Giuliani, más conocido como Pedro Hispano (Petrus Hispanicus), nació en Lisboa entre 1210 y 1220 (la fecha más probable es 1215). Hijo del médico Julião Rebelo y de Teresa Gil, inició sus estudios en la Escuela Episcopal de la Catedral de Lisboa, en el Puerto Lusitano, para ingresar posteriormente en la Cátedra de San Alberto Magno de la Universidad de París​ donde estudió Medicina, Teología, Dialéctica, Lógica, Física y Metafísica Aristotélica. Algunos autores afirman que probablemente se formó como médico en Montpellier.
Desde 1247 Pedro Rebuli Giuliani (Petrus Hispanicus), fue profesor de Medicina y Oftalmología en la Universidad de Siena. Ejerció por más de doce (12) años y en ese tiempo escribió varios tratados sobre Medicina y resúmenes sobre Lógica cuya vigencia en facultades y universidades duró casi 300 años. Dejó unas treinta y siete obras escritas; entre ellas: El Tesoro de los Pobres (Thesaurus pauperum), un recetario sui generis (como todo en la medicina medieval), hecho para usar en casa. Preparó también un tratado sobre terapéutica para las enfermedades de los ojos (De oculo) y un comentario sobre el alma (De animae), donde combina teorías agustinianas y de Avicena. También escribió dos comentarios sobre Hipócrates: De Regimine Auctorum y Prognostica. Su destacada obra Summulæ logicales, un manual de referencia sobre lógica aristotélica, que fue traducida a numerosos idiomas, a menudo es atribuida a otro “Pedro Hispano”, un dominico navarro con el que se ha confundido frecuentemente al papa Pedro Hispano.
El 20 de septiembre de 1276, al ser elegido Papa, tomó el nombre de Juan XXI. Como tal, favoreció el escolasticismo en la lucha de la Universidad de París, buscó la unión con la Iglesia griega, reorganizó las finanzas pontificias, mandó reformar la Universidad de París, logró que Alfonso III de Portugal respetara los bienes de las iglesias e Intentó iniciar una nueva cruzada, que se frustró por la muerte de Jaime I, quien le acompañaría en esta empresa guerrera.
. Se trataba de un hombre universal (al mejor estilo de Leonardo Da Vinci) un personaje que se adelantó al Renacimiento, y (como Galeno, aunque no tanto) escribió muchas obras. Profesores y alumnos sentían que el texto de Pedro les brindaba lo más necesario y útil de la Lógica Escolástica medieval, y consagraron su obra como la mejor. Su presencia se extendió por toda Europa, y después fue llevado y difundido en América, de modo que Pedro Hispano es uno de los maestros del pensamiento occidental. Es recordado por un famoso instituto educativo y un hospital en España
Pedro Rebuli Juliano, duró en la Santa Sede únicamente ocho meses. Murió trágicamente en la catedral de Viterbo, que había mandado construir con el objeto de utilizarla a manera de estudio personal o biblioteca particular, hecha para su comodidad. Durante la construcción de esta obra, un fatídico 20 de mayo de 1277, día en que se encontraba supervisando personalmente los trabajos; vigas y piedras del edificio en construcción se le vinieron encima, dejándolo totalmente sepultado bajo los escombros.
JUAN XXI
1276-1277 d.C.
Dr. José N. Montero Torricos
MEDICINA INTERNA
CEL. 70552140