Publicado: 2020-03-13 09:39:56    Modificado: -         Visto: 826   
GASTROENTEROLOGIA INFANTIL

Alimentación Saludable en Edad Infantil

Dr. Nelson Ramirez Rodriguez

Pediatra Gastroenterólogo

Máster en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica

 

El primer contacto social del recién nacido es el apego al seno materno, cuya función nutricia se involucra con el afecto recibido por la mamá. Así comienza el ritual de la alimentación que con el tiempo hace parte de la vida social de toda niña y niño.

La leche materna es el mejor alimento durante el primer año de vida y de manera saludable en general se debe mantener en los primeros 6 meses de manera exclusiva, a no ser que se requiera de forma terapéutica alguna fórmula, bajo indicación médica. Aún en casos de niños prematuros está indicada, con fortificación de elementos necesarios para esta edad. Según recomendaciones actuales, la alimentación complementaria se debe comenzar entre los cuatro y seis meses de edad, introduciendo progresivamente alimentos locales que cumplan con las cuatro leyes importantes de la alimentación (calidad, cantidad, armonía y adecuación). El requerimiento de la alimentación complementaria es de un 15% menos que del total, éste porcentaje está reservado para la lactancia. La secuencia de introducción de alimentos debe incluir almidones, cereales, vegetales – frutas y carnes de manera secuencial. Recientemente se fomenta a la introducción de alimentos potencialmente alergénicos como huevo, maní, pescado y otros de manera precoz, con el propósito de prevenir desarrollo de alergia alimentaria. Esta práctica se debe discutir con el pediatra, si la niña o niño, tiene antecedentes familiares de alergia o ya se haya diagnosticado en edad temprana la misma.

Progresivamente se van introduciendo nuevos alimentos, con diferentes tipos de sabor y textura, siempre evitando prolongar el consumo de éstos de manera muy triturada (papillas) debido a que la masticación favorecerá al uso de músculos útiles en la fonación.

Los alimentos a ser ofrecidos a niños, pueden ser contaminados con gérmenes de la boca del cuidador si se sopla o prueba (con la misma cuchara).

No dar mates u otro tipo de infusiones, pues estas hierbas contienen principios químicos activos, que pueden causar daño al niño.

A partir del año de vida, el niño ya se ha incorporado a la dieta de la familia y es entonces cuando los cuidadores deben prestar mayor atención, pues el niño NO es un adulto pequeño, nuevamente recordar las leyes de la alimentación, de tal manera que las porciones deben ser adecuadas, la preparación con cuidados de higiene, de preferencia alimentos frescos, variados, administrando de manera equilibrada y de tal forma que reciba macronutrimentos (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrimentos (minerales, vitaminas y elementos traza) de manera suficiente y adecuada, según la edad.

Es común que alrededor del segundo año de edad, los niños presenten una disminución en el apetito, este fenómeno es normal y se debe a que la velocidad de crecimiento disminuye y temporalmente comerá menos.

No olvidar el consumo de agua suficiente, evitando dar bebidas endulzadas con azúcar o edulcorantes. Tampoco exagerar con los jugos concentrados (zumos) de frutas. Ambas acciones pueden llevar a sobrepeso, obesidad e incluso a trastornos hepáticos como hígado graso.

No olvidarse del consumo de fibras diarias, las mismas son útiles para un buen funcionamiento del tubo digestivo, además de suministrar vitaminas y otros elementos importantes como los probióticos que favorecen al crecimiento de una microbiota intestinal saludable.

Evitar el consumo de “comida chatarra”, NUNCA premiar al niño con este tipo de comidas, pues se pasará el mensaje que ésta es mejor que la comida casera, al ser una recompensa por algún logro de éste. En este tipo de comidas el contenido de grasas saturadas, azúcar, conservantes, estabilizantes y saborizantes artificiales es elevado y pueden llevar a futuras dolencias en edades posteriores.

En edad escolar considerar siempre que las meriendas enviadas a la escuela deben contener alimentos sanos y evitar el consumo excesivo de azúcar, sal, grasas y aditivos artificiales. Siempre es mejor que los niños lleven la merienda adecuada desde la casa y cumplir las 5 comidas diarias: desayuno, merienda de media mañana, almuerzo, merienda de media tarde y cena.

El ayuno, NO es saludable, pues puede llevar a obesidad por alteración hormonal.

Si el niño se alimenta desde el nacimiento de manera saludable, evitaremos problemas como infecciones, alergias, intolerancias, obesidad, alteraciones metabólicas (diabetes), cardiovasculares, alteraciones hepáticas, autoinmunes, riesgo de cáncer y otras, que no solo se manifestarán en la edad infantil sino que tendrán repercusión en la adultez.



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