Como consecuencia de la dolorosa situación que hemos atravesado por la pandemia del nuevo coronavirus por COVID-19, se han producido cambios significativos en la experiencia de enfermar y de cuidar de quien enferma.
Estos cambios nos convocaron a prestar mucha atención y nos desafiaron a intervenir con creatividad frente a necesidades que siguen intactas en este proceso, más allá de los cuidados y restricciones. Especialmente en una sociedad donde el diálogo cercano, el contacto físico en el sufrimiento, la mirada y la presencia, son parte de nuestra idiosincrasia, pudimos ver cómo cambió nuestra forma de sentirnos y de relacionarnos, nuestra vida cotidiana, nuestra forma de estar en el mundo.
Desde nuestro abordaje integral del paciente y su familia son de gran importancia la escucha, evaluación y atención de las necesidades emocionales, espirituales y relacionales, en este contexto muy especialmente.
Es por ello, que a continuación brindamos una guía práctica de cuidados en domicilio para pacientes COVID-19.
Se sugieren las siguientes recomendaciones para pacientes con sospecha de COVID-19 y convivientes mientras se mantenga el aislamiento en domicilio:
- Instalarse en habitación individual y bien ventilada.
- Idealmente asignar una persona en buen estado de salud y sin factores de riesgo para el cuidado.
- No permitir visitas.
- El cuidador deberá utilizar barbijo, gafas y guantes cuando se encuentre en la misma habitación que el paciente.
- Realizar higiene de manos luego del contacto con el paciente o su entorno.
- Los demás habitantes del hogar deberán permanecer en habitaciones distintas de ser posible o en su defecto, permanecer a más de un metro de distancia.
- Limitar los movimientos en el hogar en especial en los espacios compartidos. Garantizar que los mismos estén bien ventilados.
- Todos los habitantes del hogar deberán seguir las medidas de higiene respiratoria.
- Los guantes, pañuelos, barbijos y todos los desechos del paciente deberán ser colocados en un recipiente con bolsa dentro de su habitación hasta que se eliminen los desechos de la casa.
- Los platos, cubiertos y todos los elementos utilizados por el paciente deberán ser luego lavados con agua y detergente.
- Limpiar y desinfectar con frecuencia las superficies con los que haya estado en contacto el paciente por ejemplo muebles.
- Lavar ropa, toallas y sábanas con el jabón habitual. Deben ser colocados en bolsa separada del resto de los convivientes hasta el momento del lavado.
- Usar guantes y ropa protectora al momento de manipular ropa o limpiar superficies. Realizar higiene de manos luego de quitarse los elementos.
- le damos aliento y le hacemos saber que estamos allí. Disminuimos el temor a la enfermedad.
- Favorecer el proceso de toma de decisiones compartidas y, de ser posible, indagar o trabajar sobre decisiones anticipadas con respecto a tratamientos, despedida, legados, rituales.
- Facilitar momentos para que se exprese el afecto, el perdón o el agradecimiento que necesiten, utilizando medios digitales.
Se mantendrá contacto frecuente con personal de salud para evaluar evolución y junto con los resultados, decidir momento de finalización de aislamiento o tratamientos, traslados etc.
“Lo que origina el sufrimiento no son los hechos sino el significado que les atribuyen los enfermos y sus personas queridas.” Ramón Bayes
CUIDATE, CUIDAME, CUIDEMOSNOS.
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